REVERTIR EL CAMBIO CLIMÁTICO Y MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA
Para evitar las peores consecuencias del cambio climático debemos reducir las emisiones que contribuyen al calentamiento global y, en la medida de lo posible, eliminar de la atmósfera el dióxido de carbono existente. La producción y la utilización de biocarbón son algunas de las estrategias principales para la contención de estas emisiones. Mediante la fotosíntesis, las plantas convierten el dióxido de carbono del aire en material orgánico, también conocido como biomasa. Esta biomasa puede utilizarse para producir biocarbón, que puede evitar la reincorporación de dióxido de carbono en la atmósfera durante miles de años.
A su vez, el biocarbón producido puede echarse de nuevo en el suelo, donde ofrece variedad de ventajas ecológicas.
• aumenta la fertilidad del suelo y acelera el crecimiento de las plantas
• mejora la capacidad de almacenamiento de agua de los suelos
• amplía la microbiología del suelo y actúa como catalizador para el crecimiento de poblaciones microbianas
• es extremadamente poroso y una fuente de bioenergía renovable
• reduce la producción de metano del ganado reforzando a la vez su proceso digestivo y su sistema inmunológico (al aportarlo como forraje)
• aglutina más nitrógeno y fósforo en los purines y reduce a su vez los gases y los olores, sobre todo el amoniaco
• reduce la pérdida de nutrientes y
• la presencia de sustancias químicas agrícolas en los desagües y, con ello, la contaminación de las aguas subterráneas